18/5/08

MICROFICCIÓN

PERPLEJIDAD
La cierva pasta con sus crías. El león se arroja sobre la cierva, que logra huir. El cazador sorprende al león y a la cierva en su carrera y prepara el fusil. Piensa: si mato al león tendré un buen trofeo, pero si mato a la cierva tendré trofeo y podré comerme su exquisita pata a la cazadora.
De golpe, algo ha sobrecogido a la cierva. Piensa: si el león no me alcanza ¿volverá y se comerá a mis hijos?. Precisamente el león está pensando: ¿para qué me canso con la madre cuando, sin ningún esfuerzo, podría comerme a las crías?.
Cierva, león y cazador se han detenido simultáneamente. Desconcertados, se miran. No saben que, por una coincidencia sumamente improbable, participan de un instante de perplejidad universal. Peces suspendidos a media agua, aves quietas como colgadas del cielo, todo ser animado que habita sobre la Tierra duda sin atinar a hacer un movimiento.
Es el único, brevísimo hueco que se ha producido en la historia del mundo. Con el disparo del cazador se reanuda la vida.

(Raúl Brasca - Aguas Madres)


2 comentarios:

Manuelita dijo...

Clap clap...que fantástico!(en el más pleno sentido de la palabra)

La quietud es siempre un preludio para quienes se atrevan a dar el primer paso: la salvación si viene de unos; la condena, si viene de otros..

PD: te cuento que me estoy haciendo adicta a tus conmociones.

Besos muchos

mm...si producciones. dijo...

A mi lectora Favorita: ¡Que bueno que te guste lo que leo!
A mi, con este cuento, me encanta pensar como el mínimo movimiento de uno, puede desencadenar el accionar de todo el planeta.
¡Será hasta nuevas reflexiones!
Un abrazo grandote.