31/5/08

Por favor sea breve

RUTINA.

No le dio tiempo al replanteo. Ramón sospechó por un segundo, pero como todos los días simplemente arrojó la basura al camión, y sólo cuando vio que se comprimían los billetes, melancólico reafirmó su sospecha: algunos nacimos para vivir deseando.
S.M.

18/5/08

MICROFICCIÓN

PERPLEJIDAD
La cierva pasta con sus crías. El león se arroja sobre la cierva, que logra huir. El cazador sorprende al león y a la cierva en su carrera y prepara el fusil. Piensa: si mato al león tendré un buen trofeo, pero si mato a la cierva tendré trofeo y podré comerme su exquisita pata a la cazadora.
De golpe, algo ha sobrecogido a la cierva. Piensa: si el león no me alcanza ¿volverá y se comerá a mis hijos?. Precisamente el león está pensando: ¿para qué me canso con la madre cuando, sin ningún esfuerzo, podría comerme a las crías?.
Cierva, león y cazador se han detenido simultáneamente. Desconcertados, se miran. No saben que, por una coincidencia sumamente improbable, participan de un instante de perplejidad universal. Peces suspendidos a media agua, aves quietas como colgadas del cielo, todo ser animado que habita sobre la Tierra duda sin atinar a hacer un movimiento.
Es el único, brevísimo hueco que se ha producido en la historia del mundo. Con el disparo del cazador se reanuda la vida.

(Raúl Brasca - Aguas Madres)


13/5/08

Cosas difíciles de explicar.



La chica de mis sueños.





La chica de mis sueños trabaja en un bazar,
colecciona estampitas y le gusta cantar
come mortadela no quiere adelgazar,
no es muy atractiva pero me puede enamorar.


Espero hasta la siesta para poderla encontrar,
me esquiva la mirada no la puedo cautivar.
Entro en el local, para un taper comprar,
me encara la madre, no la pude evitar.


La chica de mis sueños trabaja en un bazar,
lejos están los sueños, no los puedo alcanzar,
Espero esta noche no volver a despertar
Y a la chica de mis sueños volver a cruzar...

Aparece La Mona y Carlitos Balá,
¿dónde esta la chica que trabaja en el bazar?
Vuelo por lo cielos ya me quiero bajar,
¡Por Dios, esa es su madre y se está por desnudar!


La chica de mis sueños me genera malestar
por favor que alguien, me venga a despertar.
Ya estoy agotado, mis energías no dan más,
y la madre de la chica, no me deja escapar.


S.M.

12/5/08

MICROFICCIÓN



Definitivamente el aburrimiento lo hace todo más lento.



ESPIRITU AVENTURERO



Conocí todas las selvas, los desiertos y los hielos de la Tierra. Solo, en el fondo de la caverna más profunda, vi las flores que mueren cuando se las ilumina y oí el lento gorgoteo de los líquidos invisibles, la continua digestión del mundo. . Ni los monstruos de las fosas abisales, ni los seres gelatinosos y transparentes de los planetas cercanos me son extraños. Estaba en la plenitud de mis fuerzas cuando agoté el espacio posible para la aventura. Entonces conocí el aburrimiento, la desesperación de haberlo visto todo.
Por eso me lancé a navegar en el mar del tiempo. Vi a Sodoma hundirse entre nubes de azufre y quemarse la biblioteca de Alejandría, vi a un hombre que inauguraba el fuego cuando los glaciares demolían el paisaje. Había notado que, casi insensiblemente, las cosas ocurrían cada vez con mayor lentitud, pero al principio no le di importancia. Primero la barba no me crecía, luego el áspid no terminaba de picar a Cleopatra, después podía seguir el recorrido del relámpago como había seguido en mi casa el crecimiento de un ciruelo.
Ahora estoy atrapado en el vértice del remolino: en el puro tiempo. Es terrible para un espíritu como el mío, este estado en que nada puede ocurrir: ni mi fuga, ni mi muerte.





Raúl Brasca- "Las Aguas Madres".

7/5/08

Historias de vida III


ATLETAS "FOR EXPORT"


-Repasemos una vez más: Si la policía pregunta, ustedes son todos hijos míos. Como ninguno de los 27 trajo documento, si lo pide... aceleramos.- Todos desconocíamos al profe de gimnasia en ese colectivo semi-cama.

Sé que Fabio es un tipo un poco extraño, uno nunca sabe como va a reaccionar. Es capaz de ser el mejor profesor de gimnasia, y al mes siguiente pasarse todos los días encerrado en su casa, con persianas bajas, comiendo almendras y mirando películas experimentales. Un tipo muy particular.

El campeonato lo ganamos, y todo el merito fue nuestro y del profe: hicimos pastelitos y los vendimos, hicimos empanadas y las vendimos, hicimos dulces, criollitos, rifas, fiestas... llegamos a Catarmarca por cuenta propia, sin que nadie del pueblo nos ayudara. Todo por iniciativa de Fabio. En el colegio nadie lo apoyaba en su proyecto. Nuestros padres no querían saber nada con poner un peso para el viaje, menos si nos llevaba "ese profesor de gimnasia" Pero voy a contarles como fue que Fabio se transformó en el trastornado que ahora maneja este colectivo, a 120 kms por hora, sin dejarnos bajar para hacer pis:Hace unos días, en el regreso a casa, el unísono "olee, olee, olee..." movía el colectivo de un lado a otro. Todo el 3er año del cole saltábamos descontrolados, agitando el trofeo que legitimaba nuestro primer puesto en el Campeonato Nacional de Carrera de Embolsados. Eufóricos -ya les conté lo mucho que nos esforzamos para viajar desde Quemú Quemú hasta Catamarca- no parábamos de gritar, estábamos como locos, felices. Fabio, orgulloso hasta las lágrimas, sabía que en gran parte el éxito le pertenecía y era un chico más cantando con nosotros dentro del colectivo. Pobre Fabio, que necesidad había de ser hipócritas con él y provocar su ira...
Como siempre pasa en los Campeonatos Nacionales de Carrera de Embolsados... laTV y los diarios se encargaron de hacer que la noticia de nuestra victoria llegue antes que nosotros al pueblo. Era por eso que a 500 metros de la entrada se veía una marea de carteles, pancartas, serpentinas, guirnaldas, y GENTE (todos): gritando y cantando canciones de gloria. Y no es que esté mal que nos festejen el triunfo, pero nadie tuvo en cuenta la inestable y bipolar personalidad de mi profesor de Educación Física. Desfigurado, en el brillo de los ojos de Fabio podía leerse un enorme cartel con la incripción: "Quemú- Quemú CAMPEÓN", inmediatamente se dirigió hacia la parte de adelante. De una manera muy agresiva, el colectivo de plantó en medio de la ruta. Nadie entendía que sucedía. Colectivo y pueblo se miraban sin comprender. Lo único que se escuchó fue el violento golpe del chofer contra el pavimento cuando Fabio lo arrojó por la ventana.
Un ilegal giro en "U" nos sorprendió a todos.

Desde ese momento el colectivo lleva 3 días de viaje, acabamos de cruzar el límite con Paraguay, ya no tenemos que comer. Fabio, si bien no es el mismo de antes (y eso asusta a mis compañeros), a mi no me preocupa. Yo siempre quise conocer nuevos lugares.
S.M.

5/5/08

Historias de vida II

MARTES 13: NO TE CASES NI TE EMBARQUES...

(Creo que fue un jueves 12 de abril, pero ese "martes 13" me casé y me embarqué).



Impulsados por el viento seguimos viajando.
Es el quinto mes en este navío y el rostro de mi amada ya se ve borroso...
Quince marineros y una tonelada de pasas de uva que se comen los ratones, es lo único que encuentro en este despreciable barco. Aún me pregunto por qué acepté comandarlo.
Sin rumbo, navegamos por algún océano, de algún hemisferio, de algún lugar que ninguno de los borrachos a bordo sospecha. Sé que es mía, la obligación de escribir las coordenadas en la bitácora, pero no tengo la culpa de suponer que en el barco habría un maldito lápiz.
Ahora recuerdo porqué acepté comandar esta tripulación: no fue que a mis 48 años siga viviendo con mi madre no, no; tampoco que me hayan ofrecido una fortuna por hacerlo. Jamás podré olvidar aquel día...



Una mañana de otoño completamente nublada (como era habitual en el puerto), resultó mejor que cualquier otra para trabajar en el mercado costero. Mamá ya había regresado hacía horas con su bote, y se dedicaba a limpiar los pescados unos metros más abajo a orillas del mar. Yo, en cambio, armaba la tienda que recibiría a los compradores. A media mañana copaban toda la cuadra buscando el pescado más fresco y a mejor precio.
Despliegue de caños/ tendido de la lona/ acomodo de los pescados... "¡camarones sabrosos para su paella, para usted: la más bella!" siempre lo mismo. 45 años hacía que no dejaba de repetir el mismo ritual, pero algo en mí presentía que esa mañana no sería la de siempre.
Entre gritos de ofertas y contraofertas: miles de personas que iban y venían. Por esas cosas de la vida (que nunca me voy a explicar), la vi. Un vestido rojo hacía juego con la flor extraña que sostenía su rodete negro. Un caminar pausado, elegante. Unos rasgos asiáticos que aparecían y desaparecían entre la muchedumbre mirándome con timidez. Atónito respondía a ese juego de miradas. -"¡BAMBINO, ATIENDA LA SEÑOOORA!". El cachetazo en la nuca de mamá había cortado la magia. La busqué entre el gentío, salí de la tienda desesperado mirando hacia ambos lados... ya no estaba, desapareció. Esas actitudes de mamá eran las que había tolerado durante mucho tiempo. Pero jamás había estado TAN enamorado de alguien. Sabía que jamás EN MI VIDA volvería a sentir por una mujer lo que sentía por aquella asiática.
El enojo con mamá se apagó, luego de que destruí a empujones su tienda. A partir de ahí, poseído por el más fuerte espíritu de liberación, emprendí acaso el mayor de mis anhelos, el sentido de mi existencia: "¡conseguir una embarcación, una tripulación y partir hacia Japón!..."

Hoy, a cinco meses de zarpar, con un bajel a 50 centímetros bajo el nivel del mar, sólo puedo apreciar: una amada; una meta ambiciosa, visionaria; una tripulación inmadura, fiestera, borracha; un barco imperfecto, desorganizado, quebradizo; un enamorado sin rumbo, que de a poco se hunde, que te ama, que siempre te amará... pero de a poco se hunde.
S.M.

4/5/08

Historias de vida.

7.31 YA ES TARDE.


6.15 fitness / 6.30 ducha / 6.45 breakfast / 7.10 at work / 7.20 revisión de tareas / 7.30 empezamos...

Eso dice en la primera hoja de la libreta de mi compañero de trabajo. Dos semanas hace ya que no nos vemos. Dos semanas, pasaron desde que él decidió que su vida iba por otro lado.

Reflexionar es inevitable en un viaje por las sierras, en un auto sin estereo, un sábado a la siesta...
Gerente y representante comercial, responsable de las ganancias de "Unix Mather" (una empresa multinacional dedicada a múltiples cosas) , ese era Eduardo. Secretario y cafetero de Eduardo: ese era yo. En sólo tres años mi compañero había hecho crecer la empresa unos 550 millones de dólares. Se había ganado el aprecio de los dueños de la sede occidental, que lo invitaban a seguir capacitándose a cualquier parte del mundo -cuando él quisiera-. Condecorado con una medalla por su rendimiento laboral, éste, hubiera sido su mejor año en la empresa si no fuera por lo que hizo la semana pasada.

Yohiro Ku: un importante inversor que dio la vuelta al mundo sólo para citarse media hora con Eduardo. No solo no invirtió ni un solo peso, sino que se mostró tan fastidiado en esa reunión que de los dos diez minutos que duró, cinco se la pasó insultándonos en japonés. Yo lo comprendo a Eduardo. En medio de la reunión, le informaron que cerca de "El Durazno" (en algún lugar de Las Sierras), en el mismo taller de carpintería que tenía, por naturaleza: falleció su padre. Golpe bajísimo para Eduardo. Que en los últimos tres años se la había pasado superando su propio record de ventas... Escondiendo lágrimas mantuvo por unos minutos un reflexivo silencio, que para sorpresa nuestra, rompió con una mueca de felicidad mirando por la ventana. Salió sin saludar a nadie y no lo vimos más.

El cielo de las 4 está completamente despejado, tres kilómetros atrás dejé la ruta, y empecé este camino de tierra, que según Eduardo, me llevaría a su nuevo hogar.
Apenas reconozco su auto último modelo, tapado en tierra, estacionado a un costado del rústico taller de carpintería. Un perro viejo, alto, flaco, sale contento a mi encuentro. Adentro, detrás de un portón semiabierto: serruchos, martillos, maderas (muchas maderas), un mesón, un banco, un enorme ventanal con vista a las sierras, el inconfundible aroma del aserrín y un amigo, que hace dos semanas comprendió que se obtienen más ganancias en un lugar como este, que siendo gerente comercial de una multinacional.

S.M.