1/6/08

CONFESIÓN

Ebrio de amor, decidió aceptar su error y no enjuiciar por su culpa a otra persona. Angustiado imaginaba el futuro, y no dejaba de pronosticar inmensas desgracias en su relación. Había pensado en flores, pero las flores jamás saldarían esa deuda. También se planteó regalarle un perfume, pero no tenía absolutamente nada, NADA de plata.
Congojado, caminó por el pasillo que se hizo eterno. Con un gran suspiro que le llegó al estómago, tomó el picaporte; luego de una pausa, entró a la habitación con paso firme y, frente a ella, confesó: - mamá, el florero lo rompí yo.


S.M.

3 comentarios:

Manuelita dijo...

Presente!!! Jeje

mm...si producciones. dijo...

Hola manuelita!!
siempre es una alegría encontrarte de aquel lado.
mi desactualización se debe a turbulencias laborales. shh,(recien estoy por ingresar al mundo laboral) y eso genera toda clase de nuevas emociones.
Te mando un abrazote!
santi.

Manuelita dijo...

Mire Ud.!! que le sea grato el momento.
Ya espero gozar de la "contaminación" del nuevo mundo en sus deliciosas producciones.
Besos y muchos éxitos