29/8/08

MOMENTOS


Mercenario.


Eran millones.
Armaduras montadas en enormes caballos, lanzas, espadas, catapultas, bestias enjauladas y kilómetros y kilómetros de guerreros enfurecidos.
Una marea de gente decorada con escudos y banderines que se elevaban al cielo cada vez que vociferaban al unísono su grito de guerra.
Yo, atónito, indefenso, sólo portaba el objeto que ellos tanto deseaban.
Mi conciencia se atormentaba en un dilema: atravesar fatalmente al enorme ejército e intentar cumplir mi misión, o refugiarme en mi cobardía y morir en manos de mi comunidad.
Impulsados con un último grito de guerra, alcanzaron una velocidad insospechada.
Me bastó ver con nitidez el rostro de uno de los guerreros, para que mi cabeza se nuble. El mundo se ralentizó, tal vez sólo para darme unos segundos más de confusión. El temblor de mis piernas hacía evidente mi estado caótico.
Apenas sentí que me rozaron, cuando lancé con todas mis fuerzas el balón al cielo. Hizo una parábola que la estrelló en las últimas gradas de la tribuna. Era el último segundo y perdíamos por dos. Mis compañeros, irritados, buscaban una explicación a lo ocurrido. Mi entrenador, sólo levantó la mirada para dar una sentencia: "Vuelve a tu puesto: ¡Aguatero!"

27/8/08

UNA HISTORIA SIN PALABRAS

Quiero contarles un poco la razón de mi ausencia: últimamente estoy creciendo más rápido que antes. (me duele hasta los huesos por el estirón).
Sin rumbo, por caminos diferentes, probando lo que me dan, a ojos vendados, con la única esperanza de que ESE sea el último postre que pruebe porque es lo que quiero comer toda mi vida. Y aunque siempre vuelvo a pedir dulce de leche, nunca está demás jugarse con un Pistacho, un Licor de Huevos, un Frutos del bosque, puede que me termine gustando, pero si no me gusta, ¡a llorar al campito! Y ahí está lo difícil de comprender: “el que no llora, no mama”, y no en el sentido de tirarle piedras al Patio Olmos, como cuando los tartamudos quieren un lu-lugar en la-la radio, o un grupo de vecinos exige que los fósforos traigan los 222 que promete. No señor. Pienso en esa frase con la idea de que si no enfrentas los desafíos que tengan tu proyecto de vida, es imposible llevarlos a cabo.
Bueno, más allá de la reflexión, lo que quería contarles es que en este viaje por nuevos senderos, estuve incursionando por un formato narrativo carente de palabras. Se las presento y espero que les guste.

11/8/08

CUESTIONES DEPORTIVAS

Un infinito entre comillas

“Sabía que como futbolista no se destacaba, pero volvía a intentarlo.
Entrenador: –¡¡Pará, pará pibe!! ¿Otra vez lo mismo! Mirá, ya te dije que no sos bueno. La verdad es que ¡no tenés talento para esto! No entiendo por qué seguís insistiendo...
La sinceridad del entrenador lo deja destruido. Llega a su casa, toma una birome, una hoja en blanco, y como siempre ocurre (vaya a saber desde cuando) comienza a escribir:
“Sabía que como futbolista no se destacaba, pero volvía a intentarlo.

S.M.